"La Oprimidos” fue el titulo de una publicación semanal del agudo polemista Francisco Lapouble Gil. Con estilo irónico luchó contra las autoridades ineficaces, lo cual le conquistó gran acogida popular. Sin embargo, “Los Oprimidos” dejó de salir al poco tiempo.En 1911, terminada la desmovilización de Ejército peruano acantonado en Sullana por el conflicto con el Ecuador, apareció nuevamente la pluma del telegrafista – periodista Numa Pompilio Valderrama de la Reina, dirigiendo esta vez, el semanario “El Latigo”, primer periódico con este nombre en Sullana. Es por esta época que Francisco Valdez, el famoso periodista paiteño que publicara durante muchos años en este puerto, el diario “La Igualdad”, edita aquí bajo el seudónimo de “Canchinaria”, el semanario “La Voz del Chira”, que tiene buena acogida y grata aceptación.
Horacio Tassara fue un culto periodista –muy amigo de Enrique López Albújar- que publico el semanario eventual “La Provincia”, colaboraban con Tassara jóvenes activos como Alejandro Troyani (con el seudónimo Trajano), el teniente Pérez Caneto (“Otenac”) y otros.
No existiendo colegios secundarios en Sullana, la juventud viajaba a la capital departamental para continuar sus estudios. Un grupo de sullaneros editaron, inflamados de orgullo provinciano el periódico “La Nueva Provincia”, semanario de los colegiales del “San Miguel” de Piura, dirigido por Miguel Domingo Zapata. Salieron pocas ediciones.
- PERIODICOS DE LOS AÑOS 20
“La Voz del Chira” reapareció en 1920 bajo la dirección ,Manuel Aguirre Zapata, quien más tarde fue alcalde de la ciudad. Periódico de tipo regionalista, tabloide y vespertino, apoyó el gobierno de Leguía. Incluía en sus páginas artículos del humorista español Julio Camba.
En 1921, la Confederación Obrera Alfonso Ugarte –siempre combativa- encargó al obrero –periodista José M. Saldarriaga la confección de “El Esfuerzo”, periódico que defendió los intereses mayoritarios del proletariado. Sus campañas se dirigían al mejoramiento salarial de los obreros petroleros, objeto de represiones por parte de las autoridades de entonces.
La irrupción de nuevas ideologías, como el fascismo y comunismo, en boga en los países europeos, y del aprismo, también se reflejaron en la ciudad de Sullana.
Los hermanos Miguel S. y Julio Arroyo lanzaron “El Grito del Pueblo”, periódico que en lenguaje fuerte y hasta virulento, atacaba a los detentadores del poder y de la cosa pública. El comandante Emilio Gordillo, el Dr. Vegas León y un sargento apellidado Talhuana, confabulados, asaltaron al mando de un piquete de soldados la imprenta de los hermanos Arroyo, extrajeron la maquina impresora y la arrojaron a las fangosas aguas del río Chira. Miguel Arroyo fue hecho prisionero y deportado después.
Al poco tiempo, insurge la primera revista sullanero bajo la dirección de Benjamín Chunga Aguirre, titulada “Optimista”, de clara orientación izquierdista. Colaboraron en la misma las plumas de luchadores sociales como el pedagogo Felipe Adrianzén y Ocaña, Manuel de los Reyes Mendoza, el mayor Agustín Berdellini (que fuera deportado a Quito), los socialistas Manuel I. Cevallos e Hildebrando Castro Pozo, los que fueron objeto de persecución por la expresión de sus ideas.
- “EL NACIONAL” DECANO PERIODISTICO
Aparecido el 21 de octubre de 1923, bajo la conducción y propiedad de Pedro P. Miranda, “El Nacional” ingresa a la palestra periodística acompañado de una pléyade de colaboradores: Enrique García (ya visto en la “Actualidad”), José M. Saldarriaga, el RP. Andrés Quevedo, Julio Valdiviezo, Fabio Arrese y Abel Berneo.
Semanario dominical, tabloide noticioso y luchador, “El Nacional” ostenta el título de “Decano de la Prensa Provincial”. Fue siempre un periódico al servicio de las causas populares, que combatía a los curas, dominantes de las provincias, y a los explotadores de toda laya. Esto le trajo a Miranda la animadversión oficialista. Por tres veces “El Nacional” fue clausurado, y reducido a prisión su director. Inclusive intentaron apropiarse de la imprenta, pero gracias a la decisión y virilidad con que fue detenido no pudieron conseguirlo.
Con su lema “Por la libertad, el derecho y la justicia”, Pedro P. Miranda se inició en “El Esfuerzo”, que dirigía Saldarriaga. Bajo el seudónimo “Pobre Negro” publicó por muchos años “La Lorita de la Vecina”, columna de versos festivos de tono socarrón. Por poco tiempo “El Nacional” se convirtió en diario de la mañana. Artífice de este cambio fue el hijo de don Pedro P.: Rogelio Miranda Sandoval (Lupus) quien desde joven trabajara en “La Crónica” de Lima. Ingresaron a colaborar destacados hombres de prensa como Luis Carnero Checa, Hugo Villaseca, Manuel Reyes Mendoza, Oriol Devoto, Orestes Miranda, Andrés Quevedo Valdiviezo y Julio Baca Ríos. La falta de publicidad y de elementos técnicos como fotograbadora hizo que el diario cerrara sin alcanzar un año siquiera.
“El Nacional” tornó a ser semanario, aunque su aparición se produce, en realidad eventualmente. En las pasadas campañas electorales hizo manifiesto su apoyo al aprismo.
Pedro M. Miranda fue tronco de una numerosa familia de periodistas. Y casi todos sus hijos continúan la profesión o actividades afines.
- PERIODICOS CON LA VIDA DE LAS ROCAS
“Honradez y Trabajo” vio la luz en 1932, dirigido por el normalista laicista don Francisco Bartolomé Campos, quien era rector de la “Escuela Moderna”.
Virtuoso periódico, de temas escogidos sobre el desarrollo de la pedagogía, se editaba en el actual local del Banco de la Nación de la calle San Martin. Su existencia fue efímera.
El mismo año, recién salido del colegio San Miguel de Piura y conocedor de la tipografía, Gilberto Miranda A. publicó el semanario “El Escolar” de pequeño formato y abundante en poesías. Gilberto Miranda abandonó la empresa al poco tiempo y fue a Chulucanas a editar el interdiario “La Provincia”.
Y terminando con la relación de periódicos de los años treinta, llegamos a “El Perú”, semanario de don José María Calle, editado en la imprenta de su propiedad. Calle fue autor de la primera monografía de Sullana. “El Perú” tuvo la vida de las rosas, según expresión del finado periodista Juan Francisco Vera Gálvez, quien publico el 5.11.1936 en “El Día” una “Ligera reseña de la vida periodística de la Provincia de Sullana” de donde tomamos algunas informaciones de este trabajo.
- LOS PERIODICOS OFICIALES: “EL DÍA”
A la desaparición de “La Voz del chira”, don Felipe García Figallo, comerciante y representante parlamentario durante varios periodos, formó una empresa periodística que editó “El Día”, vespertino que se publicó durante diecinueve años en Sullana. Era su director el recordado periodista Alfonso Romero Camino. “El Día” –hoja de dos páginas de tamaño standard- fue fundado a mediados de 1925. Traía informaciones de Lima y del extranjero, recibidas por teléfono en ocasiones especiales, y las demás de las veces, captadas por la radio. Predominaba el tipo de 10 y 12 puntos, blancas, con titulares serios ya avisos judiciales. Fue evidente su apoyo a los gobiernos de Leguía y Sánchez Cerro. Y se dice que recibía subvención gubernamental.
Su presentación era pobre y monótona. Contrario al Apra, calificaba a “El Tiempo” de Piura de “diario aprista”. A mediados de 1944 “El Día” desapareció para dar paso a “Acción”.
- “ACCIÓN”
Fundado el 4 de noviembre de 1943, y aprovechando las maquinarias de “El Día”, y siempre bajo la animación económica de don Felipe García Figallo, “Acción” era dirigida por un hombre de mando: Pedro Miguel Calderón Gallo, quien también fuera subprefecto de Sullana.
Costaba 20 centavos y tenía tamaño standard, de dos páginas. El periodista español Eugenio Karr y Corona pasó luego a comandar “Acción”. Los sullaneros cuentan que este diario, recibía una subvención mensual de 400 soles, del gobierno de turno y que las noticias eran publicadas previa censura subprefectural. En 1950 apoyó a la lista electoral que comandaba García Figallo, desapareciendo la hoja a fines de ese año.
TRES DIARIOS QUE DURARON POCO
“El Terruno” fue voceado en Sullana desde agosto de 1954 hasta diciembre del mismo año. Su propietario, el agricultor Bruno Aberásturi. Su local el hoy asiento de la Liga de Agricultores del Chira, en la calle San Martín. Colaboraron con este diario Sixto Castro Pacheco, J. E. Canevaro Ruíz, el abogado Simón Carrasco Morales, Jaime Benites y el pedagogo Oriol Devoto. Poco después se convirtió en “La República”, que no pasó del mes de enero de 1955.“La Opinión” se inició con gran suceso en 1962. El sullanero Guillermo Cruz Olaya, propietario de una cadena de boticas en Lima, quizá con intenciones electorales trajo maquinaria de Lima y equipo de fotograbados. Tabloide de ocho páginas, trato de imponer una nueva tónica periodística en la provincia. Graves defectos administrativos hicieron que fracasara este periódico. “La Opinión” tuvo la mejor plana de redacción habida en Sullana. Fueron sus directores Hugo Villaseca Morán, Humberto Donayre Moyano (que editó la revista “Caras”), Álvaro Balarezo Vallebuena y el Dr. Simón Carrasco Morales, jefes de redacción fueron Alfredo Martínez, Marco Correo Chinchay y Ronald Coloma Herrera; Luis Cruz Nuñez, Rogelio Miranda Sandoval y David Espinoza también trabajaron en este diario que desapareció en 1963.
PERIODICOS POLITICOS Y JUVENILES
“Sullana”, órgano del partido socialista, se publicó en 1960. Su director: Manuel Castillo Montero. Administrador: José A. Carrasco F. Escribían: Melquiades Castillo, H. Castro Pozo, Juan Aldana y Gustavo Moya Espinoza. Se imprimían en Piura, a 4 páginas. Duró un año escaso.
Entre 1960 y 1962 surgen varios periodiquitos de estudiantes secundarios: “El Chismoso”, de Jaime Burneo A. y Teodomiro Barreto, “Juventud” de Felipe García Escudero; y “Pregón Juvenil” de Nelson Madrid y el hoy diputado José Carlos Carrasco Távara.
El caso de mayor importancia periodística acaecido en Sullana, es el de Julio Baca Ríos y su prisión por publicar “El Látigo”. Paiteño (nacido el 28.7.1914) desde su juventud fue periodista obrero, dirigente del sindicato de choferes y de la Confederación “Alfonso Ugarte”. Baca estudió periodismo por correspondencia, escribió en “El Nacional” y durante muchos años editó y dirigió el semanario “El Látigo”; desde el cual combatió los abusos de las autoridades (el subprefecto confabulado con el parlamentario), las sinecuras y la corrupción de la administración pública. Cuando Baca solicitó desde las columnas de su periódico la intervención patriótica de las Fuerza Armadas para acabar con el escandaloso contrabando fronterizo hacia el Ecuador, con la protección cómplice de aduaneros y policías, fue encarcelado y procesado bajo la acusación de “sedición y desacato”.
Condenado por la corte de Piura, apeló a la Suprema, la que dicta su fallo el 5 de abril de 1961, en el que mediante dictamen fiscal del doctor Ponce Sobrevilla se le absuelve. Con dicha ejecutoria suprema se consagró la libertad de prensa en defensa del interés colectivo, al declarar que no constituye delito de desacato el señalamiento por parte de la prensa de los errores de los funcionarios públicos. El fallo sentó jurisprudencia en la legislación de prensa peruana.
Julio Baca fue liberado a los 65 días de cárcel, y conducido en hombros por las calles de Sullana. Su caso adquirió dimensiones nacionales. Posteriormente “El Comercio” de Lima y la Asociación Nacional de Periodistas lo condecoraron como “Héroe de la libertad de prensa”, durante el segundo gobierno de Manuel Prado.
“El Látigo” aparecía en tamaño cuaderno, tipo 6, a ocho páginas. Su lema: “Ante todo la verdad”. Dejó de salir en 1962 por falta de imprenta propia. Lo escribía en su integridad Baca Ríos, quien luego presidio el Círculo de Periodistas de Sullana y fue Alcalde de la ciudad durante el gobierno militar.
- “ABC”
En 1955 llegó como profesor a la GUE Salaverry Juan Ponce Vidal. Huanuqueño, abogado, realizó una proficua labor intelectual en Sullana.
En colaboración de sus alumnos, editó el primer “Survey de Sullana” y posteriormente otro libro que recogía sus crónicas periodísticas.
En 1958, Ponce Vidal se lanzó a una aventura periodística: el hebdomanario “ABC”, en el que hacia derroche de talento y esfuerzo. Lamentablemente, por falta de imprenta propia, dejó de aparecer. Ponce Vidal radicó luego en su tierra natal, donde edita “La Semana” de Huánuco, pero en Sullana será recordado siempre con admiración, pues nadie como él realizó en tan poco tiempo estudios tan profundos de la problemática sullanera, editó dos libros sobre la provincia y reivindicó al poeta Carlos A. Salaverry, cuyos restos mortales fueron traídos desde Francia para descansar en el camposanto chirense, por mediación del diputado Luis Carnero Checa.
- “EL NORTE”
En la misma imprenta y local (calle Bolívar) donde funcionara “Acción”, apareció “El Norte”, en la mañana del 2 de octubre de 1950. Lleva pues, 32 años de publicación ininterrumpida. Es una publicación de cuatro páginas tamaño standard, a seis columnas por pagina y con servicio informativo local, nacional y del extranjero (captadas las noticias del exterior por radio); publica avisos judiciales, crónicas social, guía profesional y cines.
Conserva una línea independiente y moderada, pero se destaca por la serena defensa, no excenta de calor, de los interés locales y de las provincias bañadas pro el Chira: Sullana, Paita y Talara, que representaron en un tiempo la esfera de influencia de “El Norte”
Fue su director el pedagogo y economista don Reynaldo Moya Espinoza. Durante 15 años Moya escribió diariamente el editorial de “El Norte”. Eran crónicas amplias, sesudas en las que con mesura sugerían las soluciones a los problemas locales o enjuiciaba alturadamente cuestiones del país o del extranjero. Los editoriales de “El Norte” eran una cotidiana cátedra de lo que debe ser el periodismo imparcial y honesto al servicio de la colectividad. Al hacerse cargo de la dirección de la GUE Salaverry, Moya dejo de escribir en “El Norte”, apareciendo, luego sus editoriales en forma ocasional.
Como jefes de redacción se han desempeñado Felix Miranda Severino, con título profesional expedido por el instituto Bausate y Mesa, Orestes Miranda Pacora con estudios de periodismo en la Universidad Católica y que labora hoy en “la Crónica” de Lima y Eleodoro Terán Tello, pedagogo, su actual director. En “El Norte” se han forjado la mayor parte de los periodistas sullaneros que laboran en publicaciones de Piura y Lima: Pablo Cruz Arrunategui se inició como tipógrafo de “El Día”, fue transferido a “Acción” y llego a jefe de redacción de “El Norte” (escribía la columna “Puntadas” con el seudónimo de “Cronista X”); tuvo destacada actuación como presidente del congreso de la FPP en Piura, en 1965. En la actualidad, es director de Radio Sullana y redactor principal de “El Tiempo” de Piura.
Hugo Villaseca Morán publicó la columna “4 cosas” durante varios años. Fue corresponsal de “La Prensa” de Lima y se caracteriza por su discutido, pero honesto enfoque de la problemática chirense. Se han formado también en “El Norte” Alfredo Martínez (en “La Prensa” hoy), Ronald Coloma Herrera (que fue jefe de redacción de “Ojo” y “Correo”), Rollin Carrión y Sergio Córdova. Fue su editor el economista Renán Estrada Távara, hoy director de “Correo” de Piura.
“El Norte” se debate en la actualidad en una lenta agonía, siendo quizá el único periódico del Perú que se compone a mano, con tipo de plomo y madera.
- REVISTAS DE SULLANA
1.“Optimista”, de Benjamín Chunga Aguirre, revista de izquierda 1930.
2.“Tierra y Agua”, dirigida por Felix Miranda Severino, enfocaba problemas agrarios piuranos a la luz de la ideología aprista. Se publicaron 10 numeros. Como administrador figuro Francisco Acha V.
3.“Horizontes”, órgano del Colegio Nacional de Varones. Un solo numero el 25 de diciembre de 1946, impresa en Scheuch, Lima, con 90 páginas. Director: Benjamín Corvacho, quien había escrito en “El Comercio”. Jefe de redacción: Agustín Cuya. Trae colaboraciones de Emilio Moscol, E. Campos Pachete, Andrés Quevedo Valdiviezo, Javier prieto Morla, Oscar Farfán B., Agustín Gallo Seminario, Dr. Benjamín Zapata y P. Dañobeitia. Abunda en fotos y contiene artículos históricos y poemas.
4.“Revista 4”, un solo numero en 1956. Dirigida por el Dr. Luis Cruz Merino, enfoca la problemática sullanense. Colaboro Hugo Villaseca, Luis Carnero Checa, etc. Su desaparición fue sentida, pues era de calidad.
5.“ACIS”, revista de la asociación de Comerciantes e Industriales. Editada en “El Tiempo”, salieron dos números el 4.11.64 y 24.12.66. La dirigió Carlos Talavera.
6.“Voces Capullanas” 1957. Directora Raquel Barreto Vilela. 36 páginas.
7.“Las Capullanas” 1964-65. Directora: Alicia Obando. 80 páginas, imprenta Calero.
8.“Anuario de la GUE Salaverry” 1958. Director: Artemio Moscol Urbina.
9. “El Salaverrino” 1958-59. Editora libertad. 32 páginas.
10.“Vibraciones Salaverrinas” 1966. Escriben Virgilio D’Francesh y A. Juárez.
11.“Cincuentenario” 4.11.61. Editado por el sindicato de profesores de Primaria. 56 páginas. Caratula de F. Bermejo. Contiene “Historia de Sullana” de Guillermo Miranda y escriben Manuel Chinchay, Juan Sánchez, Dr. Cirilo Espinel y otros profesores. Impresa en IND. Grafica. Lima.
12.“La voz del Pensamiento Comercial” del Instituto Comercial n°35. Asesorados por Félix Miranda y Pedro Li Wong. 1967.
13.“Revista del Colegio Santa Ursula” se edita anualmente de tipo escolar.
14.“Chira”, revista del Centro Universitario de Sullana. Se editó en 1967. Contiene un palpitante enfoque de los problemas de Sullana escritos por estudiantes de la Universidad de Trujillo.
15.“Entre Nosotras”, revista de la asociación “Entre Nosotras”. Se editaba anualmente, a todo lujo y con amplio material fotográfico. Durante doce años se publicó en forma continuada, resultando así una revista con larga trayectoria. Escribían en la misma plumas locales y colaboradores de Piura y Lima. Fue dirigida año tras año por las diferentes presidentas de “Entre Nosotras”. Pero su animadora principal fue Lola Cruz Merino de Acha, “La Capullana”, fundadora de la institución y representativa escritora sullanera, que destacó como folkloróloga de ambientes costumbristas, habiendo publicado libros de folklore y uno de poesía.
PUBLICACIONES EN LOS DISTRITOS DE SULLANA
En Bellavista, distrito urbano de Sullana, el ex alcalde socialista Andrés Humberto Crisanto Carmen, publicó en la década del 60 el periódico “Meridiano”, órgano informativo y de opinión de la Municipalidad de Bellavista. Se obsequiaba a los habitantes del distrito, casa por casa, y de este modo la colectividad se enteraba de la labor de sus dirigentes cívicos. La idea de Crisanto mereció felicitación especial del Congreso Nacional de Municipalidades realizado en Chiclayo.
En Querecotillo, el profesor Manuel Enrique Castro Girón desplegó amplia labor periodística, publicado el periódico “El Heraldo Raygadino” (18 de julio de 1968), del colegio “José M. Raygada” de ese distrito. Como director figuraba Serafín Mondragón Juárez y como jefe de redacción María Arquímedes Morán.
Luego se editó la “Revista Raygadina”, en los talleres de la Imp. “El Nacional”, con colaboraciones de los alumnos y del personal docente del plantel querecotillano.
Aunque no tiene todavía nivel citadino, es digno de destacar que la Colonización “San Lorenzo”, en las cercanías de Sullana, ha contado con varias publicaciones, lamentablemente desaparecidas hoy. Así, en 1964, la Asociación de Agricultores y ganaderos de San Lorenzo publicó su vocero, teniendo como director al Ing. Rubén de la Cruz Llanos y de redactores a los Ings. Godofredo García Baca y Julio Monge
COMENTARIOS FINALES
El periodismo en Piura representa la historia de una institución en permanente estado de evolución y progreso tanto en su aspecto material como en el ideológico.
Es el espejo donde se refleja la vida piurana a través de los siglos, de sus ciclos evolutivos y de la realización de su acontecer diario. Todo lo que se dice (opina e informa) y también en lo que se silencia; en suma, toda la miseria y la grandeza de Piura, de sus ciudades y de sus gentes, se hallan indelebles en las páginas escritas de sus múltiples publicaciones.
Tomando el significado en su sentido más amplio (carece de base solida la afirmación de que sin imprenta no hay periodismo, pues en las ciencias sociales sabemos distinguir una institución perfeccionada de sus gérmenes primitivos, los chasquis en el presente caso) consideramos que el periodismo en Piura se remonta a la lejana época incaica, y a la cultura tallan que floreciera en lo que hoy es el departamento de Piura, Tumbes y extremo sur del Ecuador.
Los Cronistas de la Conquista “Periodistas sin periódico” fueron los primeros en dar a conocer al mundo occidental la Región Tallan. Sin embargo, la auroral tinta de imprenta piurana ha de aparecer 7 años después de proclamada la Independencia del Perú con “El Botafuego” (1828). A través de todas sus épocas el periodismo piurano se ha desenvuelto como “Hazaña y gesto de libertad”.
Mientras que el periodismo del siglo diecinueve en Piura se caracteriza por su tono panfletario y reducido tiraje, en este siglo –sin que hayan desaparecido totalmente los defectos de la anterior centuria- la presencia del escritor Enrique López Albújar, quien desde “El Amigo del Pueblo” inicia una tónica periodística antifeudal y de apoyo al sector explotado, marca la acentuación del periodismo de tipo político e ideológico.
“El tiempo” (1916), “La Industria” (1918) y “Correo”(1962), son los tres grandes diarios de Piura, técnicamente a la par con los mejores diarios del resto del Perú con tirajes que oscilan entre los diez mil y veinte mil ejemplares diarios. De los dos últimos nombrados –“La Industria” desapareció en 1974- hemos de señalar que se trata de empresas asentadas en Piura, pertenecientes a las cadenas diaristicas de las familias Cerro y Banchero-Agois; “El Tiempo” si es un diario auténticamente piurano, de marcada tendencia en la defensa de los intereses agrarios.
Es importante anotar que en la década del 50 se editaban cuatro diarios en la capital departamental y que hoy solo se publican dos. Significa que ha triunfado –como en el resto del mundo- la concepción del periodismo como gran empresa. Pero esto no ha redundado en la mejora económica de los hombres que trabajan en las empresas periodísticas, pues su salarios apenas superan el sueldo mínimo, y las corresponsalías de los diarios limeños son mal pagadas, con cifras que no corresponden a un profesional, lo cual redunda negativamente. La influencia y difusión de “El Tiempo” se extiende hasta el departamento de Lambayeque, quien junto con “Correo” de Piura copa a la masa lectora del departamento de Tumbes, que no cuenta con ningún diario. Piura es el faro periodístico del Norte peruano.
“El Norte” es el único diario que se edita en las provincias de Piura, contando Sullana con publicación regular desde hace medio siglo. Los intentos de implantar periódicos en el resto de las provincias piuranas fracasaron por la pequeñez de las empresas periodísticas y por la eficiencia informativa de los diarios editados en la capital departamental, servidos por una pertinaz plana de corresponsales, mal pagados en su gran mayoría.
La ley de Profesionalización del Periodista-dada durante el primer gobierno del Presidente Belaúnde (Ley 15630, del 28 de Setiembre de 1965) benefició a una veintena de personas en Piura, algunas de las cuales no ejercen realmente funciones periodísticas. Tanto la FPP, y más la ANP, prodigaron en afiliaciones para la obtención de los títulos sin un examen detenido y necesario. Esta afirmación es de más triste comprobación en otras circunscripciones del país.
Prestigio y consideración social son las consecuencias positivas para los periodistas, obtenidos mediante la Ley 15630. No así en su aspecto económico, que dista de ser satisfactorio. La colegiación de los periodistas ha venido a cumplir con otra necesidad del gremio, para cuidar la orientación ética y los excesos de sus colegiados, así como para velar en la defensa gremial y el mejoramiento de la condición social y económica del comunicador social.
El funcionamiento de la Universidad de Piura del Programa de Ciencias de la Información, constituye el principal hito pedagógico que señala la desaparición del empirismo periodístico, para reemplazarlo por la formación académica y la profesionalización del comunicador social.
El estímulo a la prensa provinciana (cada ciudad debe contar con sus propias publicaciones) debe ser iniciativa pública y privada. En la “prensa chica” (radioemisoras, semanarios, revistas) reside el germen para el impulso a las grandes transformaciones que son reclamadas por las mayorías nacionales.